El amor del hijo por sus progenitores
Cuando un progenitor no ha tomado a uno de sus padres, va a utilizar a uno de sus hijos para hacer de ese padre o madre que no ha tomado. O sea que uno de los hijos, sin quererlo y por amor, se va a transformar en abuelo o abuela y vivirá las consecuencias de este desorden
El hijo ama a los dos padres por igual. Si la relación entre estos padres no fluye, el hijo sigue fiel a ambos por igual, transformándose en el campo de batalla de sus progenitores.
Por un lado se instalan “trastornos” que manifiestan que el hijo es preso del conflicto de los progenitores: pesadillas, mal comer, fracaso escolar, mala salud, mal dormir, etc. y, por otro lado, ese hijo adoptará, a nivel aparente, el comportamiento deseado por el progenitor que tiene el poder y a nivel inconsciente todo lo que el poderoso rechaza del otro…
El primogénito
El primogénito suele tener, además de los destinos graves que le toque, el destino de reemplazar a las parejas anteriores de sus padres cuando fueron excluidas u olvidadas. También es el que abre el camino a sus hermanos. Por gratitud a ese hermano mayor, observaremos cuán difícil es que un hermano menor se permita vivir su vida, si el mayor no ha podido salir de su intrincación con el pasado…
Liberar a los hijos es prioritario
Liberar a los hijos es prioritario, ya que tienen como destino llevar los vínculos arcaicos pendientes de la consciencia familiar y por lo tanto su sufrimiento puede ser muy grande ya que no tienen autonomía para liberarse de estas fidelidades e intrincaciones. Lo hacen por amor, sin embargo son demasiado pequeños como para aceptar el dolor de sus mayores sin querer interferir, para salvarlos y con su pensamiento mágico imagina que él puede hacerse cargo del destino de sus antepasados.
Mientras son dependientes de los padres sólo pueden vivir la pertenencia a su familia, la adhesión incondicional a los valores y hábitos de los padres. Sólo pueden imitarlos y sacrificarse por ellos.
Sólo los padres podrán constelar por sí mismos y por sus hijos.
Cada vez que un progenitor está más en el presente, más ligera se hace la carga de uno de sus hijos.
Brigitte Champetier de Ribes
Extracto de “Los niños”
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