Es reconocer que tu vida proviene de ellos, que la fuente siempre será esa raíz de dos, mamá una mujer común y papá, un hombre común , incluso sus errores te hacen a ti humano, sus vacios o heridas les pertenecen a ellos, los hijos tratan de tomar las cargas de los padres, eso los hace simples humanos también, las carencias no asentidas no sanadas por los padres pasan a los hijos como encargos de los sistemas familiares

Tomar a los padres, no significa justificar el daño o aceptar todo pero si, asentir con la vida que fue dada, tal como fue dada. Tomar la vida y hacer algo bueno con ella, admitir internamente que tu existencia viene solamente de ellos y permitir que ese hecho ocupe su lugar sin resistencia. Solo cuando cedes a esta lucha interna te colocas en tu lugar de hijo o hija, liberándote y liberándolos de ser otros, los que nunca pudieron ser, esa imagen diferente no eran ellos, era la ilusión de un niño que sufrió. Las resistencias son generadas por el dolor de lo vivido. Ahora ya puedes con lo que te toca, puedes vivir como adulto y avanzar a la vida con más fuerza y claridad, poner límites, decir no, conocerte y amarte es establecer límites sanos y seguir tu misión de vida sin quedar atrapado en lo que no sucedió en tu infancia.

Ana Lilia Hernán
Especialista en Constelaciones Familiares

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