LOS NIÑOS IMITAN POR AMOR

A un niño se le puede explicar la importancia de la vida, qué vivir y cómo acceder a la vida; el niño observará que es vida para ti; entonces repetirá tus pasos y seguirá solamente lo que surge como importante para ti, por amor. Los niños repiten por amor un amor entregado, aún cuando ese amor ponga en riesgo su vida.
Nuestras vidas están determinadas por nuestro sistema familiar, y los demás sistemas a los que pertenecemos. Una observación sistémica a la que no nos podemos sustraer es la siguiente: los más pequeños han de terminar lo que sus mayores no terminaron. Toda emoción sigue un ciclo que permite acabar en paz y adaptado a un nivel más alto de la realidad. Si un enfrentamiento no ha llegado a la reconciliación, si no se ha agradecido un favor, no se ha terminado de llorar un muerto, un descendiente tendrá que vivir este mismo conflicto, hasta que se resuelva. Nuestro destino está marcado por varias fidelidades a ancestros que no acabaron algo. Y sus conflictos serán nuestros conflictos mientras nos neguemos a asumirlos. Cada día nuestro destino varía, se hace más llevadero en cuanto asumimos algo y empeora cuando lo rechazamos…

Por lo que el primer requisito antes de plantearse una constelación es asentir a lo que nos toca y responsabilizarnos de la consecuencia de todos nuestros actos, emociones y pensamientos.
Brigitte Champetier de Ribes
Constelaciones Familiares Houston
832-525-6065
Ana Lilia Hernán
Especialista en Constelaciones Familiares
Comments are closed.