A QUIEN AMAR PRIMERO

¿A quién amar primero si no a nosotros mismos? Con ese amor aprendemos la humildad.
LA PRIMER FUERZA DEL AMOR
Aceptación:
Cada adulto es responsable de sí mismo, de sus pensamientos, emociones, elecciones y actos.
Sabe que es reflejo, receptor, resonancia, faceta o presencia de algo más grande y su primer efecto es que la culpa desaparece. La culpabilidad y la culpa son solamente la consecuencia de una falta de amor por nosotros mismos, por los demás y por la vida como es.
Brigitte Champetier de Ribes
El logro anhelado tiene que ver con conseguir hacer, tener o ser algo.
Existe una presuposición: estoy de acuerdo en que la realidad es tal cual es y que yo puedo, dentro de esta realidad, alcanzar un deseo vital.
Me veo con energía, decisión, perseverancia, entrega total al objetivo cual sea el esfuerzo requerido. Sé que, con esta meta como atractor, todo merece la pena. Sudor, ahínco, tra-bajo y tiempo son ofrecidos con pasión. Cada progreso que me acerca al objetivo ya es una fiesta interior que alienta más mi proceso creativo.
Estar en el éxito depende enteramente de nuestra mirada: si tengo la mirada en el pasado, apoyada en una ilusión que me creé en el pasado, añorando circunstancias pretéritas, comparo lo que vivo con esta ilusión o este pasado y todo me sabe a fracaso, me quejo o me deprimo y mi vida se vuelve cada vez más árida.
Sí estoy en el presente, soltando el ayer, aprecio cada nuevo momento de este ahora y agradezco lo que la vida me ofrece de instante en instante.
El éxito está en el ahora
La vida es la del ahora, el éxito está en cada instante presente de la vida.
Cuando estoy en el presente, cuando estoy en el adulto, algo mayor vive a través de mí, o yo vivo la vida creada por algo mayor. Vivir esta presencia es mi mayor éxito, mi mayor logro, la mayor felicidad.
EXtracto de:
El éxito. La Fuerza del asentimiento
Brigitte Champetier de Ribes
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