PERTENENCIA

Cuando una persona está vinculada a un excluido, o cuando no respeta el derecho a la pertenencia de los demás, esta persona siente o vive en la exclusión, la enfermedad, la culpa, la soledad, las dificultades y los fracasos de todo tipo.
Cada vez que en el sistema alguien rechaza a otro, lo desprecia, le niega la dignidad a veces por poderosas razones morales o ideológicas – , el sistema que no entiende de bien y de mal y que sólo vela por la integridad del grupo, obligando a sus miembros a respetarse todos los unos a los otros independientemente de sus responsabilidades, busca la reincorporación o reconciliación del clan con este excluido a través de síntomas en sus descendientes que reflejen el motivo de la exclusión, dando así una nueva oportunidad de crecimiento a los descendientes.
Observa que la mayoría de nuestras dificultades (obstáculos, incapacidad, fracasos escolares, enfermedades o síntomas, rasgos de carácter que rechazamos, etc..) representan a un excluido.
La dinámica oculta es:
- A un excluido :” te sigo en la exclusión”
- A un excluyente : “yo como tú”
Aquí puede ser muy eficaz recurrir a los mandatos parentales del Análisis Transaccional.
En efecto, la decisión precoz de pertenencia, tomada en los primeros meses de vida, es una fidelidad a un excluido que incumbía a los padres.
El hijo dice a su madre o a su padre “por amor a ti llevo en tu lugar la fidelidad al excluido””
Extracto del libro “Empezar a Constelar”
Brigitte Champetier de Ribes.
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