LA POBREZA
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La pobreza aparece como lo contrario del éxito. Sin éxito, alguien empobrece. Incluso en la pobreza, un pobre ha de tener éxito en muchos aspectos para poder vivir. La habilidad para poder sobrevivir en la pobreza provocada, por ejemplo, por la desgracia o una catástrofe, se convierte en una prestación notable para estos pobres.

Yo me refiero a otra pobreza. Los pores, por ejemplo de una «villa miseria», se convierten a veces en una comunidad conjurada. Les resulta entonces mucho más difícil salir de esa pobreza, pues ello sería como si perdieran sus raíces.

Una fidelidad profunda los vincula a sus conciudadanos pobres.

¿Cómo pueden tener, no obstante, éxito? Con humildad.

Permaneciendo humildes se mantienen vinculados con sus raices, pero se desarrollan en otra dirección. Esta pobreza es una pobreza de espíritu. Empieza en el espritu, permanece en el espíritu y cambia en el espíritu. Superar esta pobreza es un éxito del espíritu.

Primero, aún en forma oculta, es un éxito secreto. Después, paso a paso, es un éxito decidido, el cambio a otro campo espiritual. También en este caso se realiza con mayor éxito cuando es no llamativo, insospechado, sin ser notado por los demás. De este modo, un pobre «se libera» lentamente de su pobreza, autónomamente, con éxito.

Llegado a la nueva orilla, sólo mira hacia adelante, humildemente.

Bert Hellinger
Historias de Exito