Para el amor sólo se necesitan tres palabras
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Para el amor sólo se necesitan tres palabras

Para mí la ayuda en las relaciones humanas o el amor se concentra en tres palabras.  Cuando se logran esas tres palabras, se logra el amor.
Y las tres palabras son:

Por favor, sí, gracias.

Pudimos ver como luchaba contra esas palabras al comienzo pero después mediante esas tres palabras, se logra una relación. Y hay una diferencia en como se las usa en la serie una detrás de otra.

Aquí, gracias significa:
Tomo de vosotros la vida en toda su plenitud y tomo todo lo que me habéis regalado por amor, gracias.

Y luego sigue la segunda palabra mágica. Miráis a los padres y les decís: por favor. Simplemente por favor. Y al decir esto, se abre el corazón para todo aquello que los padres dan y este por favor abre el corazón de los padres para que puedan dar aquello que nosotros les pedimos. Sin el por favor, los padres pueden dar muy poco. Es decir, los miramos, abrimos ampliamente nuestro corazón y primero decimos gracias y luego por favor.

Y luego les decimos la tercera palabra mágica: sí. Os tomo tal como sois, tal como sois, sí, os tomo como a mis padres, sí, y me podéis tener como vuestro hijo, sí, y tomo de vosotros la vida tal como me la dais con todo lo que la acompaña, sí.

Gracias, por favor, sí.

Muchos problemas surgen porque estamos separados de los padres, porque nos hemos separado de ellos. ¿Y cómo se solucionan esos problemas? Mediante tres palabras: gracias, por favor, sí. ¿Cuántos terapeutas y ayudadores podrían ahorrarse mucho trabajo si supieran esto. Tres palabras son suficientes para ayudar a alguien: gracias, por favor, sí.

En una relación de pareja, a veces también hay obstáculos para el amor. ¿Cómo superamos esos obstáculos? Mediante tres palabras pero de manera distinta. Se dice al revés.

El hombre y la mujer se miran a los ojos y se dicen: sí.

Sí te amo tal como eres, sí, te tomo tal como eres, sí, y contigo amo también a tu madre y a tu padre tal como son, sí, y estoy de acuerdo con tu destino, con tu pasado y con tu futuro, sí.

Y después, sigue la segunda palabra. Se miran uno al otro a los ojos y dicen: por favor. A través del por favor se abre el corazón, el propio corazón y el de la pareja. Este por favor es una señal de confianza. Yo confío si desde mi corazón digo por favor, la pareja me lo concede y si la pareja me dice por favor desde su corazón, el mío se abre y se desborda. Le ofrezco mi regalo, después que haya mostrado su necesidad. Porque a través del por favor, nos quedamos pequeños y necesitados y estamos abiertos para recibir un regalo.

 

Después sigue la tercera palabra, completamente natural: gracias.

Todo es muy sencillo, el amor es tan sencillo…
Sólo necesita tres palabras: sí, por favor, gracias. ¿Y después? Comienza la felicidad.

Bert Hellinger