Enfermedad en el Sistema Familiar

El sistema familiar transmite toda la información de sus miembros a todos sus miembros, en un continuo movimiento en un intento de integrar todo lo que va ocurriendo. Está movido por fuerzas al servicio de la vida y regido por las leyes del alma, orden, pertenencia y compensación o equilibrio. Cuando no se respeta el orden o la pertenencia, aparece la compensación para lograr el equilibrio y aparecen los síntomas. Cada vez que se crea una exclusión, el sistema familiar pone en marcha un mecanismo “ciego”, un nuevo mecanismo de compensación, para promover la reinclusión de esta persona y así recomponer la cohesión del sistema a un nivel superior.
Ese mecanismo ciego se dirige a los más jóvenes del sistema, que están al servicio de sus mayores, provocando un sufrimiento o enfermedad en este miembro joven, sufrimiento cuya meta es la reinclusión del excluido, ya sea un miembro del sistema o un hecho. Su misión es la reconciliación entre un excluidor y un excluido.
Tanto el excluidor como el excluido se habían alejado de la vida, y el retorno a la vida consiste en esta reconciliación. El enfermo o descendiente designado para señalar esta exclusión y esta separación de la vida, va a imitar a los ancestros con los que está intrincado: rechazando la vida, excluyendo o siendo excluido.
Cuando el enfermo dice sí a su situación, sí a su enfermedad, entra en sintonía con el movimiento del espíritu, iniciándose la compensación adulta. Y la fuerza de sanación empieza a desplegarse en él. La enfermedad es un camino de vuelta a la vida.
Los conflictos bloqueados son rechazos a la vida como es.
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