El Placer estresado: El Sexo rapidito
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El placer estresado: el sexo rapidito

El estrés crónico provoca un desequilibrio hormonal que afecta directamente tus emociones. Y también afecta tu vida sexual. ¿Qué mejor respuesta para el sexo estresado que el sexo slow? Cómo reconectarte con tu cuerpo y tus sensaciones.

Pertenecer a estos tiempos modernos es un trabajo “full time”, con grandes expectativas puestas en el futuro, con poco lugar para disfrutar el presente. Planificás un día de veinticuatro horas como si tuviese treinta, le sumas los extras no previstos del día. Sentís que el tiempo se escapa de tus manos. Crees que tenés que progresar, casi sin cuestionarte, qué es eso para vos. Seguís proyectando. Es cierto que mirar hacia adelante es darle un sentido a tu vida… Siempre y cuándo no te pierdas en esa carrera los encuentros placenteros en este presente. El estrés puede adormecer tu placer, tus fantasías, tu sexualidad: solo vos tenés el poder de despertarlo.

Sabemos que contamos con una desventaja cultural. Creemos que hay mucha expectativa puesta en nosotras: buenas madres y esposas, amas de casa, profesionales… La lista puede seguir, lo que te lleva a sentirte ansiosa, insegura, hipersensible, con trastornos en la alimentación, en el sueño, con falta de concentración, insatisfacción. El estrés crónico provoca un desequilibrio hormonal que afecta directamente tus emociones. Y también afecta tu vida sexual. De a acuerdo a cómo vivimos, podemos -de alguna forma- regular nuestro ritmo hormonal. El exceso de estrés hace que segreguemos más adrenalina y cortisol, lo que aumenta tus sensaciones de miedo, bronca, ansiedad.

Cuando logramos darnos un tiempo y conectarnos con las cosas que nos hacen bien (ya sea escuchar música, leer o, simplemente, cerrar los ojos, respirar profundo una y otra vez, e imaginarnos una situación placentera, que nos trasmite tranquilidad), logramos mayor secreción de oxitocina, que es la llamada “hormona del amor”, que juega un papel importante en tu vida sexual. En la mujer influye en su flujo vaginal y, en el hombre, en su mecanismo de erección. Ésta, junto a otras hormonas y neurotransmisores, ayudan al equilibrio emocional.

¿Qué mejor respuesta para el sexo estresado (que muchas veces se parece más a una reunión agendada que a un encuentro amoroso) que el sexo slow? Tiene que ver con aprender a valorar tu tiempo, tus sensaciones, tu ritmo para hacer el amor, desde una vivencia de sensaciones intensas placenteras compartidas y  para no convertirlo en un delivery.

El vivir a mil y con la certeza de que es la única manera de vivir -junto a la ansiedad que esto provoca- te desconecta del deseo, del placer. La reconexión no la hace ni la ansiedad, ni la espera pasiva. Pero sí la podés lograr con tu decisión de modificar algunos hábitos. A continuación, algunos tips para ayudarte en esta decisión y recrear tu sexualidad:

* Reprogramá tu agenda. Agendá todos los días al menos dos encuentros: uno con vos tomándote un tiempo para hacer lo que te guste (intentá que sea una actividad distinta cada día); y otro, con tu pareja: un tiempo de encuentro, de miradas conectadas, de palabras susurradas, de manos encontradas.

* Buscá la magia en el aquí y ahora. Buscar la magia de los primeros tiempos es una pérdida de energía que no te permite valorar el hoy. Reencontrarte con la magia de esos días seguramente no tendría mucho sentido, porque ya no sos igual. Creciste, pensás y sentís de otra forma. Animate a  buscar la magia en el aquí y ahora. Encontrala, despertando tus sensaciones. Creá nuevos hábitos, encendé una vela aromatizada, con alguna música que te guste. Tomá un baño de espuma. No importa cuantas veces por semana lo hagas, lo importante es que aprendas a “darte un tiempo”. Que es tu tiempo de recuentro de reconocimiento.

* Revalorizá tu sexualidad. La energía sexual recorre todo el cuerpo. Potenciala. Aprendé a vivir tu sexualidad como un juego de placer puesto en las caricias, intenten hacer cada encuentro diferente, puede ser con aceites, con objetos… Creen un relato erótico de las sensaciones que este juego despierta. La conexión con la mirada con el ritmo respiratorio del otro, con su tono de voz, con sus movimientos. Respeten el tiempo de cada uno. Eso es conectarte con la verdadera sexualidad, que va más allá de la genitalidad. A través de los juegos sensuales sin un reloj que los marque, para llegar a un fin determinado en tiempo y forma.

* No le pongas trampas a tu ratonera sex hot. Rompé con la creencia de que el momento hot es únicamente el momento del encuentro. Hacé de la frase “cosecharás tu siembra” tu frase de cabecera. Tomate un tiempo para liberar tu mente, sembrá fantasías con escenas vividas placenteras, o escenas creadas y disfrutalas con todos tus sentidos.

* Aprendé a disfrutar la sexualidad slow. La filosofía slow nació en Italia, y es la contrapartida del “sexo estresado”. El “sexo slow” no valora la cantidad de orgasmos, ni la frecuencia o la cantidad de posiciones, sino la calidad. Este sexo es el que te conecta con tus sensaciones, con tu tiempo elegido, con tu ritmo. En contrapartida, está el “fast sexo”, donde la propuesta parece ser un sexo instantáneo, rápido y efectivo para ser reconocido como un “buen sexo”.

El deseo se va “descontracturando” en cada actitud. Intentá cambiar el desayuno rápido cotidiano que incluye el parte diario, lleno de indicaciones (“acordate de”, “llama a”, “no hagás”, “hacé”, etc.) por un tiempo de desayuno compartido, con un beso que trasmita afecto más que compromiso. Acortá la lista del parte diario por un intercambio de miradas, caricias. Tómense un tiempo para mandarse un mail o mensajes de textos amorosos durante el día. Sorpréndanse con salidas espontáneas, distintas. Pensá que todo cambio de hábito es un camino directo a la creatividad, al placer. Aprendé a saborear cada momento de la vida, para disfrutarla.

Estos tips son algunos de los que  van a formar parte de una larga lista que vos vas a seguir escribiendo desde tus creencias y actitudes, para desestresar el placer y vivir desde ahí tu sexualidad teniendo en cuenta un condimento importante: la imaginación. Como la define Octavio Paz: “En todo encuentro erótico hay un personaje invisible y siempre activo: la imaginación”.

Lic. Adriana Waisman, psicóloga especialista en conductas adictivas y trastornos de ansiedad.